NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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MIERCOLES 9 MAYO 2018
Un
estudio reciente ha encontrado que las mujeres que sufren de trastorno por
estrés postraumático tienden a ganar más peso. Y todo indica que nosotras
tenemos más posibilidades de vernos afectadas por situaciones traumáticas que
los hombres. ¿Sabrías identificar los síntomas que indican que estás afectada?
Aquí te sacamos de dudas.
El
trastorno por estrés postraumático (TEPT) es un grupo de síntomas angustiantes
que se manifiestan después de sufrir o ser testigo de un incidente que cause
terror, angustia y miedo como es el caso de accidentes automovilísticos o de
trabajo, desastres naturales, robos o ataques violentos, violación, secuestros
y torturas.
En
los Estados Unidos, el ataque físico y la violación son los desencadenantes más
comunes del trastorno por estrés postraumático (TEPT) en las mujeres. Y en este
sentido, se considera que ellas tienen más posibilidades de sufrir situaciones
traumáticas. De hecho, según un estudio que ha sido publicado en el medio
especializado JAMA Psychiatry, una de cada nueve mujeres sufrirá este trastorno
en algún momento de su vida: ¡dos veces más que los hombres!
El
problema cobra más importancia aun si se tiene en cuenta que estas situaciones
exceden a las complicaciones puramente psicológicas ya que, por ejemplo, las
mujeres tienes más posibilidades de sufrir agresiones como violaciones, que las
pone en riesgo de adquirir enfermedades de transmisión sexual (ETS). Además, a
los síntomas que de por sí genera el TEPT, ahora este nuevo estudio le ha
asociado el aumento de peso.
Según
detectaron unos investigadores de la Escuela de Salud Pública Mailman de la
Universidad de Columbia, en Nueva York, en Estados Unidos, las mujeres que
sufren el trastorno por estrés postraumático tienen más posibilidades de tener
sobrepeso u obesidad que las mujeres que no sufren esta condición e incluso
aumentan de peso más rápido que las demás. Esto pone en riesgo su salud, al
exponerlas a todas las condiciones asociadas al exceso de peso.
Según
los investigadores, las causas que vinculan el trastorno por estrés
postraumático con el aumento de peso todavía se desconocen, aunque consideran
que esto puede estar relacionado con un incremento en el nivel de las hormonas
debido al estrés. Además, las mujeres que han atravesado por una situación traumática
o dolorosa pueden adquirir hábitos poco saludables que fomentan el aumento de
peso, como comer más comidas con muchas calorías pero poco nutritivas y hacer
menos ejercicio.
Para
llegar a estas conclusiones, los investigadores evaluaron los datos de más de
50 mil mujeres (que tenían entre 22 y 44 años de edad al inicio de la
investigación) que participaron en el segundo Estudio de Salud de las
Enfermeras, entre 1989 y 2009. Las participantes respondieron a una serie de
preguntas sobre la experiencia más traumática que hubiesen tenido en su pasado
y detallar si luego de ella sufrieron algún síntoma del TEPT, como volver a
experimentar el evento traumático, sentirse amenazadas, evitar situaciones
sociales o sentirse emocionalmente paralizadas. Se consideraba que la mujer
tenía TEPT si sufría cuatro o más síntomas por más de un mes.
De
ese modo, los investigadores determinaron que las mujeres que tenían un peso
saludable originalmente y que desarrollaron el TEPT tenían un riesgo 36 por
ciento más alto de adquirir sobrepeso o de volverse obesas, en comparación con
las mujeres que, a pesar de haber vivido alguna experiencia traumática, no
desarrollaron el TEPT. Asimismo, en las mujeres que ya tenían TEPT antes de que
comenzara el estudio, el aumento de peso se produjo de manera más rápida que en
las mujeres que no tenían el trastorno por estrés postraumático.
En
base a esto, si has sufrido alguna experiencia traumática y sientes que no
puedes sacártela de la cabeza, es importante que busques ayuda para superarlo.
Según la definición, los síntomas de TEPT deben durar al menos un mes y afectan
seriamente tu capacidad para funcionar normalmente en tus actividades
cotidianas, en el hogar, en el trabajo o en otras situaciones sociales. Entre
los síntomas y/o señales que podrías notar se encuentran:
Imágenes
mentales, pensamientos o pesadillas relacionadas con la situación traumática.
Sensación
de recurrencia del trauma.
Ansiedad
marcada y/o ansiedad física (falta de aire, mareos, palpitaciones, sudor).
Evitar
el recuerdo (pensamientos, personas, conversaciones, actividades) del trauma.
Incapacidad
para recordar detalles importantes del trauma.
Pérdida
de interés en las actividades que se disfrutaban previamente.
Sensación
de estar ajena o desconectada de otras personas.
Sensación
de letargo emocional (incapacidad para experimentar emociones normales, como el
amor).
Creencia
de que la vida será más corta de lo esperado.
Sentirse
irritable (tener problemas para dormir, dificultad para concentrarse, estar en
constante resguardo contra el peligro y sobresaltarse con facilidad.
Ahora
ya lo sabes, si tienes cuatro o más de estos síntomas y/o señales y ya ha
pasado más de un mes de que hayas sufrido una experiencia traumática, recuerda
que no estás sola y no tienes por qué seguir sufriendo. Sin pena, busca ayuda
profesional para poder volver a disfrutar los momentos felices de la vida ¡Te
lo mereces!
Imagen
© iStock / Saul Herrera