NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
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VIERNES 9 MARZO 2018
DOCTORA ALIZA
PUBLICADO EN CÁNCER,
HOMBRES
Si te preguntan el
nombre de los integrantes de tu equipo favorito, seguro que no fallas. Y seguro que tampoco te equivocarías si te
preguntan algún dato sobre política local o internacional. Pero, ¿podrías
enumerar los cuatro tipos de cáncer que pueden afectarte sólo por ser hombre?
No la juzgues como una pregunta frívola: hay millones de hombres en el planeta bajo
riesgo de contraer algún tipo de cáncer. Estar alerta nunca está de más.
Si las estadísticas
deportivas te entusiasman, éstas quizá no lo hagan, pero al menos te harán
tomar conciencia de un problema global: el cáncer. Las que ofrece la Organización Mundial de la
Salud (OMS) no son cosa de juego: a pesar de que hoy día conocemos mucho más
sobre esta enfermedad y sobre su prevención, su avance continúa y no se le
puede detener. Cada año son más personas las que lo padecen y si la tendencia
sigue, se calcula que para el 2020 (no creas que está tan lejos), se le
diagnosticará cáncer a 16 millones de personas (eso es, además de los casos que
ya se han detectados y de los sobrevivientes).
¡Imagínate lo que significa!12.7 millones de casos de cáncer y 7.6 millones
de muertes cada año y 64% de ellos ocurren en los países de mayor desarrollo.
El cáncer afecta a
ambos sexos, pero hay algunos cánceres que se presentan con mayor frecuencia en
los hombres. Los datos coinciden en
América del Norte y en Europa en donde los hombres sufren más de cáncer de
próstata, pulmón y cáncer colorrectal.
En América Latina los principales son: próstata, pulmón y estómago. Con toda seguridad, no querrás ser parte de
las estadísticas y la forma principal de lograrlo es la prevención. Para poder hacerlo con efectividad necesitas
conocer los factores de riesgo, los síntomas que de alerta, así como las
pruebas para detectarlos.
Los principales, uno
por uno:
1. El cáncer de
próstata
Se lleva el tristísimo
gran premio de ser el cáncer que más se diagnostica en los hombres y es la
segunda causa de muerte por cáncer entre ellos después del cáncer del pulmón.
Cualquier hombre puede padecerlo, pero se diagnostica con más frecuencia en
hombres de más de 65 años. Los factores de riesgo son: la edad (las
posibilidades de contraerlo aumentan después de los 50 años), la raza (es más
común en individuos de la raza negra) y tener un familiar cercano (padre,
hermano o hijo) que lo haya padecido.
Los síntomas:
dificultad al orinar; flujo de orina débil o interrumpido; necesidad frecuente
de orinar, sobre todo durante la noche; dificultad para vaciar la vejiga; dolor
o sensación de ardor al orinar; sangre en la orina o en el semen; dolor en la
pelvis, en la espalda o en la cadera que no se quita; y/o eyaculación dolorosa.
Las pruebas para
detectarlo: si se detecta de forma temprana, el tratamiento es mucho más
exitoso. Pero no todos los expertos están de acuerdo en la efectividad de las
pruebas, por la posibilidad de que arrojen un resultado falso positivo (la
prueba indica que tienes un cáncer y no es cierto); por el tratamiento de los
cánceres prostáticos que no lo requieren; así como por los posibles efectos
secundarios severos a consecuencia del tratamiento. Lo ideal es que cada hombre
discuta con su médico las ventajas y los riesgos de estas pruebas, que se
informe y que tome una decisión inteligente de acuerdo a su caso particular.
Las pruebas de detección más comunes son:
Examen digital rectal
(examen de tacto rectal): se realiza para evaluar el tamaño, la forma y la
dureza de la glándula prostática.
Análisis del Antígeno
Prostático Específico (APE o PSA por sus siglas en inglés): este antígeno es
producido por la próstata. La prueba mide el nivel de este antígeno en la
sangre que si resulta elevado puede indicar la presencia de un cáncer.
Se recomienda que
empieces a hacerte las pruebas a partir de los 40 años, pero debes acudir al
médico de inmediato si tienes algunos de los síntomas.
2. El cáncer de pulmón
Es el tipo de cáncer
que ocupa el segundo lugar de incidencia entre los hombres, y es la causa
principal de muerte tanto en los hombres como en las mujeres en los Estados
Unidos. El mayor factor de riesgo es el cigarrillo: fumar es la causa principal
de la mayoría de los cánceres de pulmón y se agrava con los años que se ha
tenido el hábito y la cantidad de cigarrillos que se fuman al día. Las personas
expuestas al humo de segunda mano, o a sustancias cancerígenas también pueden
desarrollar cáncer del pulmón.
Los síntomas: tos
constante y que empeora con el tiempo; dolor persistente en el pecho; flema con
sangre al toser; falta de aire y ronquera; respiración con silbidos; episodios
frecuentes de neumonía y bronquitis; pérdida de peso y de apetito; inflamación del
cuello y de la cara.
Cómo se detecta: cuando
se presentan los síntomas anteriores, y ante la sospecha de un tumor
pulmonar, el especialista indicará
alguna de estas pruebas para establecer un diagnóstico:
Biopsia: se toma una
muestra (un pedacito) del tejido y se ve bajo el microscopio para determinar si
hay células cancerosas.
Broncoscopia: se
inserta un tubo delgado y flexible con una luz en la punta para examinar los
bronquios y los pulmones y tomar una muestra del líquido o del tejido.
La mayoría de los casos
de cáncer del pulmón pueden evitarse si se deja de fumar. Si fumas, considera
seriamente dejar de hacerlo lo antes posible.
3. El cáncer
colorrectal
Es el tercer tipo de
cáncer que con mayor frecuencia afecta a los hombres en América del Norte y
Europa, y la tercera causa de muerte por cáncer de este grupo de la población
en Estados Unidos. Por suerte, puede
prevenirse con las pruebas de detección adecuadas. Tienen mayor riesgo los
hombres con antecedentes personales o familiares de pólipos precancerosos o de
cáncer colorrectal, de enfermedad inflamatoria intestinal y de algunos
síndromes genéticos como la poliposis adenomatosa familiar (FAP).
Los síntomas: en su
estado inicial no da síntomas, por lo que es aún más importante que se realicen
las pruebas de control y detección sobre todo a partir de los 50 años, o antes,
si hay historia personal o familiar de pólipos precancerosos, como ya indicamos
antes. Aunque se presenten los síntomas siguientes, es posible que el
diagnóstico se retrase porque no se sospecha un cáncer colorrectal y se asocian
a otras causas. Los síntomas más
frecuentes son: sangrado rectal y cólicos; cambios en la consistencia de las
heces fecales; estreñimiento; diarrea, pérdida de peso; anemia nueva y
reciente.
Cómo se detecta: a
partir de los 50 años, se recomiendan las pruebas de detección en búsqueda de
pólipos precancerosos que deben ser extirpados (sacados) antes de que se
conviertan en cáncer. Las pruebas
también pueden detectar un cáncer en una etapa temprana, en la que el
tratamiento es más efectivo. Si la persona tiene una historia familiar entre
sus factores de riesgo, debe hacerse las pruebas a partir de los 40 años, con
la frecuencia que el especialista indique. Las pruebas son:
Colonoscopía
tradicional o virtual (colonoscopia por tomografía computarizada)
Análisis de sangre
oculta en heces (o materia fecal)
Sigmoidoscopia flexible
con enema de bario (una radiografía con un medio de contraste para ver el
interior del colon)
Si estás cerca de los
50 o más, consulta con tu médico para hacerte cuanto antes una colonoscopía y
despejar las dudas. Tu paz mental bien vale la pena.
4. El cáncer de
estómago
Es el tercer cáncer que
con mayor frecuencia afecta a los hombres en América Latina. Además del género,
la edad es otro factor de riesgo, así como padecer de gastritis crónica, úlceras producidas por la bacteria
Helicobacter pylori, tener anemia perniciosa, fumar, padecer de pólipos
gástricos y/o tener familiares cercanos que hayan padecido el mismo tipo de
cáncer.
Los síntomas: en la
etapa temprana puede presentarse con indigestión y malestares en el estómago,
sensación de llenura e inflamación (hinchazón después de comer), náuseas, falta
de apetito y acidez estomacal. Cuando el
cáncer está más avanzado se caracteriza por sangre en las heces fecales,
vómitos, pérdida involuntaria de peso, ictericia (la piel y el área blanca de
los ojos toman un color amarillento), acumulación de líquido en el abdomen
(ascitis) y dificultad al tragar.
Cómo se detecta: cuando
aparecen los síntomas anteriores, el doctor utilizará distintas pruebas para
examinar el estómago y el esófago, como pruebas de sangre y la endoscopía, un
procedimiento que se utiliza para observar el interior del esófago, el estómago
y el duodeno (la primera parte del intestino delgado).
Aunque no siempre está
bajo nuestro control, hay cosas que si puedes hacer para prevenir el cáncer,
como las que mencionamos en estos casos. Ya estás sobre aviso de los tres
cánceres que mayor riesgo significan para ti por el simple hecho de ser hombre,
así que sácale partido al llamado de alerta: infórmate, consulta con tu médico
para programar las pruebas de detección recomendadas en tu caso, y ante todo,
lleva una vida saludable.
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Giorgio Fochesato