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VIERNES 13 OCTUBRE 2017
DOCTORA
ALIZA
PUBLICADO
EN DIETA Y NUTRICIÓN
Aunque la mayoría de las personas
luchan por mantenerse en forma y perder peso, hay otras que no logran engordar
ni un gramo a pesar de que se esfuercen por comer de todo. Si eres de los que
no pueden subir de peso y eso se ha vuelto realmente un problema para ti, aquí
te damos algunas recomendaciones para que logres tu objetivo sin poner en
riesgo tu salud.
Cuando hay que hacer equipo en la
universidad, Mercedes y Julián son la dupla perfecta y siempre obtienen buenas
calificaciones. Pero en cuanto a la dieta,
las cosas cambian. Cada vez que se reúnen a estudiar, él llega comiendo sus
papitas y tomando su soda preferida. Al poco tiempo ya está comiendo
nuevamente, galletitas, un emparedado (sándwich), cualquier cosa. Ella, en
cambio, sigue tomando té con edulcorante y, si le da hambre, elige una fruta de
la estación.
A Mercedes le cuesta mucho mantener
su peso. Julián, en cambio, no puede engordar ni un gramo aunque que no pare de
comer. ¿Es eso malo? No siempre. Muchas personas asocian el estar extremadamente
delgado con la falta de salud, porque hay enfermedades que provocan pérdida de
peso. Sin embargo, eso no tiene por qué ser un problema, a menos que el sistema
de defensas del cuerpo se encuentre debilitado.
En esos casos, las personas tienen
más posibilidades de sufrir infecciones, de tener complicaciones en caso de que
requieran una cirugía, y de no poder recuperarse de una enfermedad con la misma
velocidad que las personas cuyo sistema de defensas funciona eficientemente. Además, las personas que son extremadamente
delgadas tienden a tener poca masa muscular y la composición del cabello, los
dientes y la piel no es la ideal. También pueden tener problemas con la
habilidad de su cuerpo para regular las hormonas y para proteger la salud de
sus huesos. En el caso particular de las mujeres, hasta es posible que dejen de
menstruar.
¿Por qué se les dificulta a algunas
personas subir de peso? Las razones, en este caso, también son variadas. A
veces es una cuestión genética. Otras veces, hay quienes no pueden engordar por
falta de apetito o cambios en el metabolismo. Asimismo, algunos pierden masa
muscular más rápido debido a otros factores como enfermedades (la diabetes por
ejemplo, puede hacerte adelgazar), el dolor crónico, la depresión, el estrés y
el efecto de algunas drogas.
Todas estas condiciones de salud
pueden ser un motivo para que la persona necesite o quiera aumentar su peso.
Otras razones pueden ser la necesidad de tener energía para hacer un deporte
específico, los deseos de desarrollar músculos o simplemente tratar de mejorar
la apariencia.
En todos estos casos, si lo que
quieres es subir de peso, es importante que lo hagas de manera saludable. No es
cuestión de sentarse a comer cualquier cosa “que engorde” sino de seleccionar
los productos más nutritivos que te permitan desarrollar masa muscular sin
poner en riesgo tu salud.
9 consejos para subir de peso de
manera saludable:
Come cada tres horas y trata de
incluir una variedad de nutrientes cada vez que lo hagas, aún cuando se trate
de bocadillos entre comidas. Recuerda siempre incluir proteínas, carbohidratos
y grasas. Por ejemplo: yogurt con frutas y galletas con mantequilla de maní
(crema de cacahuate).
Consume calorías de fuentes
apropiadas. Las grasas son de las que más calorías aportan, pero debes tener
cuidado de que no sean grasas saturadas, para evitar que se eleve tu nivel de
colesterol. Elige grasas de origen vegetal, como nueces y almendras, aceite de oliva, aguacates (palta),
aceitunas, pescados y otros alimentos ricos en calorías, vitaminas y minerales,
en vez de productos con mucha grasa o azúcar (como los que come Julián, con sus
papas fritas y la soda).
Incluye muchas proteínas en tu
dieta. En este caso, también deben ser de fuentes adecuadas. Elige productos
bajos en grasa animal: selecciona las carnes magras, pero las nueces y las
semillas son saludables.
Bebe mucho líquido. Los licuados de
fruta son ideales porque aportan vitaminas, minerales y calorías. Puedes
agregarles leche o yogurt bajos en grasa para aumentar las calorías que
consumas.
Aumenta las calorías de tus
comidas. Otra clave para lograrlo es agregar huevos, por ejemplo, al puré de
papas, a la sopa y a los batidos.
Si te sientes satisfecho(a) muy
pronto, prueba dejar de beber durante media hora antes y después de cada comida
o tomar un pequeño trago de alcohol para que te abra el apetito (pero ten
cuidado, recuerda que tomar alcohol en exceso puede ser perjudicial para la
salud).
Toma una cena tardía o come algo
nutritivo antes de ir a dormir. Así el cuerpo no necesita tomar las calorías
que necesita de las que consumió durante el día, ya que en ese momento, las
células se están regenerando y reparando.
Duerme lo suficiente para que los
músculos puedan reconstruirse adecuadamente. Distintas investigaciones han comprobado
las ventajas para la salud de dormir bien y de dormir el número de horas
necesarias.
Mantén una rutina de ejercicios y
de entrenamiento físico. Si bien los ejercicios de resistencia son los que te
permiten desarrollar masa muscular, no te olvides de los aeróbicos, que también
son saludables.
Con estas sencillas recomendaciones
ya puedes comenzar tu nuevo plan alimenticio. Recuerda que a veces el problema
puede ser alguna otra condición de salud o el efecto de algún medicamento. Si
crees que esas pueden ser las razones que no te dejan subir de peso, entonces
quizás no sea sólo cuestión de cambiar tu dieta sino de combatir esas causas.
Consulta con tu médico para que pueda asesorarte y que despeje todas tus dudas.
Última revisión: 2017
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