NOTICIAS TEZIUTLÁN "LA PURA VERDAD"
INFORMA
DOCTORA ALIZA
Aunque la diabetes es una condición crónica que por el
momento no tiene cura, tenerla no significa que no puedas llevar una vida
larga, activa y plena. Estos consejos te ayudarán a mantenerla a raya y evitar
o retrasar las complicaciones.
Hay algo mejor que
rendirte y deprimirte ante el diagnóstico de diabetes, y es adoptar
ciertas medidas, dentro de tu estilo de vida, para vivir mejor a pesar de la
condición. Aquí te incluyo unas cuantos:
1. Mantente
informado(a) sobre la diabetes
¿Qué tipo de diabetes tienes? ¿Diabetes tipo 1 o diabetes
tipo 2? ¿Sabes la diferencia entre una y otra? ¿O las consecuencias de no controlar
tus niveles de glucosa en la sangre? Este es el momento de informarte y
aprender lo más que puedas sobre esa condición con la que deberás vivir el
resto de tus días. Tu doctor(a) puede indicarte dónde buscar información
confiable y segura. Constantemente hay información sobre tratamientos nuevos y
formas de enfrentar la diabetes. Desde medicamentos con diferentes mecanismos
de acción, a diferentes tipos de insulina, novedades acerca de los alimentos
que debes consumir o evitar, etc. En Vida y Salud hay una sección completa
dedicada a la diabetes. Revísala frecuentemente para mantenerte al día.
2. Confía en tu
equipo médico, es más, únete a él
La comunicación periódica con tu médico es fundamental para
que puedas controlar, con su guía tus niveles de glucosa en la sangre. Mantén un buen registro de tus visitas y no
te saltes ninguna. Pero además, hay
otros especialistas a los que debes acudir, al menos una vez al año (el dentista
y el oftalmólogo por ejemplo). Además del equipo de apoyo que incluye al
nutricionista certificado y, si te lo indica, el educador que te enseñe a
inyectarte, etc.
3. Mide
frecuentemente los niveles de glucosa en tu sangre
Para saber si el nivel de azúcar en tu sangre está elevado
o no, es crucial para controlar la diabetes. No pases por alto este paso.
Consulta estos datos para que sepas cuándo y cómo debes hacerlo.
4. Tu dieta es muy
importante
Una dieta balanceada es vital para la salud de todos. Pero para los diabéticos lo es mucho más. Lo
que comes y la cantidad que comes influye directamente en el nivel de la
glucosa en la sangre. En tu caso, la
clave radica en el control de las porciones y de los carbohidratos. Tu médico o un nutricionista te pueden
indicar qué alimentos te convienen y cuáles debes evitar. Para comenzar, te
recomiendo que consideres las ventajas de una dieta de tipo mediterráneo, así
como implementar el sistema de intercambios al planificar tus comidas. Y desde
luego, recuerda que es importante procurar comer a la misma hora y nunca
saltarte ninguna comida.
5. Haz ejercicio
Cada vez más estudios indican que el ejercicio (aunque sea
sólo caminar 20 minutos al día) es fundamental para controlar la diabetes.
Además, te ayuda a mantener un peso saludable, algo que también es importante
para evitar complicaciones con esta condición. De hecho, algunas personas que
han logrado perder el sobrepeso han podido revertir la diabetes tipo 2. ¡Haz la
prueba!
6. Cuidado con la
sal
¿Sabías que los diabéticos también tienen que controlar la
sal que consumen? Esto es para evitar la presión alta (hipertensión) y su
consecuente daño en los riñones. Limita la cantidad de sal que agregas en tu
comida. También lee cuidadosamente las etiquetas de los alimentos procesados,
ya que muchos contienen mucho sodio. ¡Ten precaución!
7. Ni se te ocurra
fumar
Si quieres vivir lo máximo posible, “¡Evita el
cigarrillo!”. El hábito de fumar es uno de los factores de riesgo que influye
en el desarrollo de la diabetes tipo 2. Pero si ya te han diagnosticado
diabetes, es muy importante que dejes de fumar cuanto antes. Según datos de la
Asociación Americana del Corazón (American Heart Association), alrededor del 22
por ciento de los adultos con diabetes fuman, lo que los pone en mayor riesgo
de desarrollar complicaciones, y no sólo del corazón o los pulmones, sino también
daño en las terminaciones nerviosas (neuropatía) y enfermedad renal. Desde
luego que los diabéticos que fuman, tienen tres veces más riesgo de morir
debido a complicaciones cardiovasculares que los que no fuman y, tienen mayor
dificultad para mantener sus niveles de glucosa en la sangre en rangos
saludables, el tabaco los eleva.
8. Cuidado con las
infecciones de la piel
Las personas con diabetes son más propensas a sufrir
resequedad, lesiones e infecciones por hongos o bacterias en la piel, pero además,
padecen otras condiciones que afectan solamente a la piel de los
diabéticos. Si notas cualquier cambio,
enrojecimiento, inflamación, picazón o escamas en la piel del cuerpo o del
rosto, consulta con tu médico. Quizás debas visitar a un dermatólogo para
controlar la condición.
9. Extrema los
cuidados de tus pies
La diabetes reduce la circulación en la sangre,
especialmente en las extremidades. Esto hace que sea más difícil que tu cuerpo
se recupere de lesiones o heridas. Además, como la diabetes también daña los
nervios, podrías no sentir alguna herida que aparezca en los pies. Por eso es
muy importante los revises cuidadosamente todos los días, para asegurarte que
no tengas ninguna lesión. Y si notas algo, que la atiendas de inmediato antes
de que se infecte y se complique.
10. Reduce el estrés
El estrés puede tener un efecto especialmente negativo si
padeces de diabetes: podría hacer que te
olvides de tomar tus medicamentos, de
medirte los niveles de glucosa en la sangre… ¡O hacer que comas – o bebas – lo
que no debes! Además, las hormonas del
estrés pueden alterar tu glucosa. Para evitarlo, podrías hacer ejercicios de
respiración, inscribirte en una clase de ejercicios, de meditación o de otra
cosa que te ayuda a relajarte. ¿Qué te parecen unas clases de música o baile?
Busca una actividad que te ayude a mitigar el estrés. ¡Verás que surten efecto,
a la vez que te diviertes!
Motívate a comenzar los cambios hoy mismo para que vivir
con diabetes no se te haga una carga tan pesada. Si lo haces, estarás tomando
tú el control y asumirás la condición con responsabilidad y disciplina,
factores determinantes para controlar y vencer cualquier problema de salud.
Imagen © Thinkstock / Ridofranz