28.7.17

¡DILE ADIÓS A LA JERINGA! OPTA POR UNA PLUMA DE INSULINA

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NOTICIARIO DE ANÁLISIS Y COMPRENSIÓN noticiasdeteziutlan@hotmail.com
VIERNES 28 JULIO 2017


DOCTORA ALIZA

PUBLICADO EN DIABETES

¿Necesitas inyectarte insulina a diario como parte de tu tratamiento contra la diabetes? Quizás te convenga probar la pluma de insulina, un método práctico, rápido y muy fácil de aplicar.

Hay tres tipos de métodos que se usan comúnmente para la aplicación de la insulina (inyecciones, bombas y plumas), y aunque debes consultar con tu médico para decidir cuál es el mejor para ti, es posible que el método de la pluma de insulina te resulte más conveniente que los otros.

La pluma de insulina funciona como una jeringa o jeringuilla, pero se parece a las plumas que usas para escribir, solamente que esta cuenta con una pequeña aguja en un extremo. Aunque existen distintos tipos y marcas, todas vienen en dos versiones: desechables y reusables. Las desechables vienen ya sea llenas o cargadas de insulina, y se tiran después de usarse; en las reusables se reemplaza el cartucho de insulina y la aguja, y la pluma puede volver a usarse (bien cuidada puede durar varios años).

Como cualquier otro método, la pluma de insulina tiene sus ventajas y sus desventajas. Es importante que las tengas en cuenta en tu proceso de selección.

Ventajas de la pluma de insulina

Es mucho más facil de usar que las jeringas. Basta con que marques en el indicador la dosis de insulina que necesitas y la inyectes a través de la aguja.

Ahorra tiempo en comparación con las jeringas, ya que viene lista para usarse.

Es más sencillo marcar la dosis exacta, sobre todo si no puedes ver bien.

Desventajas de la pluma de insulina
El costo. Las plumas de insulina cuestan un poco más que las jeringas. Y las desechables cuestan más que las reusables.
Algunos tipos de insulina no están disponibles en forma de pluma.

Cómo se usa la pluma de insulina

Aunque los pasos básicos para aplicar la pluma son los mismos, es importante que leas con cuidado las instrucciones específicas del fabricante antes de usarla. Pero básicamente, los pasos son los siguientes:

Selecciona el área de la inyección. Los sitios más frecuentes son: detrás de los bíceps (en los brazos), en el abdomen (alrededor del ombligo), la parte delantera y de los lados de los muslos, la parte de atrás de la cintura y los glúteos. La nueva inyección debe estar al menos 2.5 cm (1 pulgada) de la anterior, y a 5 cm (2 pulgadas) del ombligo o de cualquier cicatriz. No escojas un área inflamada, sensible o con moretones.

Pasa por toda el área escogida un hisopo o un algodón mojado con alcohol, y deja que se seque al aire.

Quítale la tapa a la pluma, y podrás ver la insulina dentro de ella. Si la ves turbia, hazla rodar entre las palmas de tus manos para mezclarla.

Frota la punta de la pluma (en el sitio donde colocarás la aguja) con un hisopo mojado con alcohol para esterilizarla.

Desprende la tapa de la aguja. Atornilla la aguja en la pluma, cuidando de que quede ajustada, pero no muy apretada.

Para eliminar el aire de la pluma, quita la tapa de la aguja, y ajusta la dosis en 2 unidades. Sostén la pluma con tus manos verticalmente con la aguja hacia arriba. Empuja el émbolo de la pluma para sacar cualquier burbuja de aire. Debes ver una gotita de insulina salir de la punta de la aguja para cerciorarte de que no queda aire dentro. Si es preciso, repite este paso hasta ver la gota de insulina.

Para fijar la dosis, mueve el indicador en el sentido de las manecillas del reloj hasta que el número que corresponde a tu dosis se vea en la ventana.

Pellizca la piel en el sitio de la inyección para hacer un doblez. Sostén la piel con la mano.

Con un movimiento rápido, inserta toda la aguja en la piel.
Una vez que la aguja esté completamente dentro de la piel, empuja el émbolo de la pluma lentamente hacia abajo con el dedo pulgar hasta inyectar toda la insulina.

Suelta la piel. Retira la aguja y mantén el dedo sobre el sitio de la inyección por un minuto.

Desecha la pluma si es desechable. Si es reusable, retira la aguja, deséchala, y coloca de nuevo la tapa de la pluma.

¿ Has decidido usar la pluma de insulina? Muy bien, pero conviene que tengas en cuenta las siguientes recomendaciones:

Si escoges una área como la parte baja de la espalda o la parte alta del brazo, la inyección es menos dolorosa que si la aplicas en alguna área del estómago.

Asegúrate de que el área esté bien limpia antes de aplicar la inyección, y de limpiar bien la aguja antes de inyectarte.

No uses las agujas de la pluma más de una vez.

No utilices la insulina si le encuentras grumos después de mezclarla.

Nunca compartas una aguja con nadie, ni uses la de otra persona por ningún motivo.

El procedimiento para usar la pluma de insulina es sencillo, y especialmente conveniente para las personas con diabetes tipo 2, y también para las que deben pasar mucho tiempo fuera de casa, las que salen de viaje con frecuencia o para las que tienen dificultad con la coordinación manual o incluso problemas con la vista (mala visión). Si estás en alguno de estos casos, prueba la pluma de insulina ¡Tienes mucho que ganar!

Imagen © iStock / energyy